Los ecologistas advierten de que sacar las antenas fuera necesitaría aumentar su potencia

Nada se sabe sobre los efectos nocivos de las antenas de telefonía móvil sobre la salud, y es esa incertidumbre la que genera alarma sobre unas instalaciones que emiten ondas continuamente en zonas habitadas. Seguramente tener y usar un teléfono móvil es tanto o más peligroso que vivir cerca de una antena de telefonía. Mientras la antena puede situarse a varios centenares de metros del cuerpo humano, el aparato de móvil se sitúa a escasos milímetros de nuestro lóbulo temporal cerebral.

Sobre los efectos para la salud que supondría alejar las antenas de móvil se ha pronunciado la Coordinadora en Defensa de los Bosques del Turia. Su portavoz, Xavier Mayoral acusa al alcalde de Paterna, Francisco Borruey, de “engañar a los vecinos con su propuesta para sacar las antenas de telefonía móvil del casco urbano”. Según los ecologistas, la decisión de Borruey "no tiene fundamento científico alguno" y emitir desde un parque de antenas en un único punto supondría hacerlo con mayor potencia. Además, y citando al científico valenciano Claudio Gómez-Perreta, dicen que “el aumento de potencia de emisión de las antenas supone que el haz electromagnético realiza un barrido por la zona urbana de mayor intensidad”

Mayoral pide que no sean las operadoras las que realicen el estudio porque de esa forma todos sabremos su resultado, e insta al consistorio ha realizar un estudio específico para Paterna y al Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha cambiar la ley para que “se vele por los intereses de los ciudadanos y no por los de las empresas de telefonía”.